18.8.15

Percepción realista

Estamos ciegos. No porque no podamos ver, sino porque no queremos. José Luis Pinillos dijo: "el hombre no ve las cosas tal y como son en sí mismas, sino tal y como son para él". Es una idea de percepción: cada uno ve lo que quiere ver, oye lo que quiere oír y entiende lo que quiere entender. Cada persona tiene un juicio sobre cualquier cosa, unas veces verdadero y otras falso; el problema es que no siempre queremos ver lo que realmente es verdadero, es decir, nos ponemos una venda y dejamos pasar las cosas, sin darnos cuenta del daño que nos hacen o por el contrario, acomodarnos en nuestra zona de confort y dejar de probar e intentar por miedo. Miedo al cambio. Pero existen pocas cosas en la vida que nos hagan disfrutar tanto como explorar, descubrir, saber y conocer, y muchas de ellas gracias al cambio. El mayor problema, es que no todo es como lo pintan, ni tan bueno ni tan malo y basta con tener un juicio objetivo para darse cuenta de esto. 

No hay pero ciego que aquel que no quiere ver.

12.5.15

Se reía y lloraba,
y bebía como un deshidratado
y fumaba como un camionero
y había conseguido que le viera así,
como un superhéroe.

26.3.15

Eres el primer sorbo de café en la mañana,
mi canción preferida en la radio,
un soplo de aire en verano
y una cálida manta en invierno.

Eres, además, una gota de agua
por mi garganta seca,
un respiro tras fatigarme
y ganar el mundial por segunda vez.

Eres, también, la victoria tras el esfuerzo,
la cinta que rompo al llegar a la meta,
el tacto de mis dientes contra la medalla
y la satisfacción de quererte.

Eres la paz que buscaba entre mil guerras,
el alivio de saber que todo va bien,
eres lo que soy,
porque soy lo que eres.

14.12.14

Ignorancia del significado de amar

No me había dado cuenta nunca
en que la luz de mi habitación tarda,
aproximadamente,
dos segundos en encenderse por completo;
lo mismo que tu 
en darme un beso por la mañana.

En que el microondas, cuando termina,
repite el mismo sonido cada tres minutos;
lo mismo que tu
en despegarte de las sábanas.

En que la línea de autobús que uso a diario,
tarda una hora exacta,
en recorrer dos veces la ciudad entera;
lo mismo que tu 
en ducharte cada mañana.

En que cada día a la misma hora,
te despiertas basándome,
me preparas el café sin miedo a llegar tarde
y el mismo conductor me sonríe cada día.

No me había dado cuenta nunca,
de que todo lo que hacemos tiene sentido
y corelación,
y sé que no depende de si
los planetas se han alineado, 
del último deseo que pedí,
o del destino.

Pero si me he dado cuenta,
de que no hay amores
ni besos,
ni cafés,
como los que me das tú.

15.11.14

Tenía unas manos similares a unas esposas,
un cuerpo similar a una cárcel,
y unos besos similares a una tortura.
 
A veces tan dulce y a veces tan agría.

Tenía voz de sirena, de peligro, de emergencia.
Tenía una espalda infinita 
en la que cada vez que me perdía
volvía a aparecer atada a sus esposas.

Era el Gizmodo por las noches 
y Verkhoyansk por el día.

El paso del calor de las sábanas 
al frío de la habitación,
salir de la ducha en invierno
y un día de lluvia sin paraguas.